Todos estamos hechos de la misma masa

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jueves, 29 de julio de 2010

BACHES Y BADENES, ¿LEGAL?

Los que tienen edad seguro que recuerdan lo que tuvieron que sufrir con aquellas carreteras y calzadas de antes. No es de extrañar que se produjeran accidentes o daños a los vehículos, algunas veces graves, por culpa de los baches que había que sortear sin siempre poder conseguirlo.

Ahora que nos sentíamos aliviados por la sensible mejora de nuestras carreteras y calles alguien tuvo la genial idea de sembrarlos de baches, badenes e irregularidades artificiales insorteables, de forma y manera que venimos a estar peor que en aquellos años de penuria y miseria.

Resulta difícil de admitir que sea cien por cien legal dificultar el normal tránsito por las vias públicas. No soy letrado ni me voy a poner a investigar lo legislado al respecto pero algo me dice que eso no puede ser legal. Estaría bien que los ciudadanos nos rebelemos de una vez contra esta "moda" y consigamos que articulen otros medios para que los conductores no excedamos los límites de velocidad.

Si perjudicial, sin ninguna duda, son estos obstáculos para los coches y vaya Vd. a saber el dineral que cuesta a nivel global reparar los daños en los mismos, más aún lo son para las motos ya que el daño lo sufre además el sufrido sistema óseo del conductor. He llegado a contar en muchos tramos del Aljarafe sevillano hasta 20 obstáculos de distinto tipo (badenes, pasos elevados para peatones, plaquetas sonoras adhesivas, etc. ) en un recorrido de solamente 1 km., lo que resulta en 1 obstáculo cada 50 metros.

A este paso cabe preveer unos viales en los que nuestras autoridades nos pongan planchas de esas de clavos como las que pone la guardia civil en los controles. Seguro que con eso, no solamente nos veremos obligados a gastar frenos, gasolina en volver a acelerar, salud y paciencia sino que, sencillamente, nos daremos la vuelta y dejaremos el coche en casa por mucho que sean esas mismas autoridades las que nos han ayudado a comprarlo dándole dinero nuestro al que los fabrica que, por cierto, en el caso de España en ningún caso es español.

En resumidas cuentas, un negocio fantástico para los fabricantes de esos odiosos badenes de plástico negro, para los talleres de reparación de suspensión, amortiguación, dirección y frenos ...... y para los traumatólogos y clínicas de rehabilitación.

Ojalá se recupere la sensatez y retiren tanto obstáculo perjudicial, aunque fuera a cambio de colocar, si quieren, radares por todas partes. Total, pagarán solamente los que sobrepasen la velocidad permitida que, dicho sea de paso, sea acorde a las características de las vias y a las prestaciones de los vehículos modernos.

miércoles, 28 de julio de 2010

Cajas de Ahorros andaluzas: una viña sin vallaos

Vaya por delante que el título es por restringir el ámbito de estas divagaciones, no porque algo idéntico o parecido no sea aplicable al resto de cajas de ahorros de toda España.

Fundadas la mayoría en la segunda mitad del siglo diecinueve, su finalidad primigenia declarada era contrarrestar la usura y aliviar la penuria de los que no tenían medios ni acceso al capital. Eso sí, desde un principio exigiendo garantías que aseguraran de sobra lo prestado.

Poderes fácticos u oficiales se encargaron de su creación y puesta en marcha y con criterios más arrivistas que altruistas vinieron desempeñando una importante labor no del todo colisionante con la de los bancos. En su mayoría, no dejaban de ser cotos privados de caza por lo que se refiere a la designación de sus mandos y a la cobertura de sus puestos administrativos.

Coincidiendo en más o menos con el final del periodo dictatorial, las cajas, amparadas por cambios en la legislación y aupadas por nuevos directivos profesionalizados, de prácticas neoliberales y mercantilistas, emprendieron el camino que las llevó durante los 80 y 90 a un tamaño, influencia y cuota de mercado sin precedentes. El personal también se profesionalizó, siendo generalmente reclutado mediante procedimientos abiertos y públicos que, en dura competencia entre los aspirantes, fueron nutriendo a estas entidades de unas plantillas muy cualificadas. Dejaron de ser cotos privados de caza de los poderes fácticos u organismos públicos o semipúblicos que las crearon y las mantuvieron para, poco a poco, ir cayendo en manos de otro poder, el poder político proviniente de las urnas.

Sin excepción, los partidos políticos electos y sus cargos nombrados vieron en las cajas unas sabrosas tartas sin dueño para repartirselas y servirse de ellas para sus fines electoralistas, de autofinanciación y, en el peor de los casos, para enriquecimientos personales. Esto fué así en todas partes, el PP en Galicia y Valencia y otras, el PA en Jerez, el PSOE en demás plazas de Andalucía y en las de otras comunidades y ciudades por ellos gobernadas.

El resultado ha sido una "merienda de negros" a resultas de la cual todas estas entidades, en mayor o menor medida, han arriesgado e invertido, más por motivos políticos que financieros.

Ahora, conscientes de la metedura de pata, quieren arreglar el entuerto. Demasiado tarde para que las cajas vuelvan a su estatus de solvencia y funcionamiento anterior. Solución: retirarse de ellas, de sus consejos y órganos rectores e iniciar un camino hacia su privatización.

Esto, en cierto sentido quizás las salve pero en otro es el RIP de las cajas. Nunca más volveran a ser lo que fueron, ni a devolver a sus clientes el servicio y las prestaciones que les daban, ni a proporcionar condiciones de trabajo, horarios y salarios como los que ofrecían.

Cuestión de tiempo es que el sector de cajas esté manejado por la gran banca tradicional, incluso por la banca extranjera, que las condiciones de trabajo empeoren en todos los sentidos y que el servicio al cliente se unifique con el de los bancos o, peor aún, se supedite al de los bancos o se complemente con él quedándose con la peor parte.

En resumidas cuentas, es el final de las cajas de ahorros españolas. Entre todos las mataron y ellas solas se murieron.

martes, 27 de julio de 2010

CONCENTRACION FINANCIERA ----> ¿Para qué exactamente?

Empiezo este blog con unas reflexiones que escribí en Febrero de 2008:

Los colectivos, las organizaciones, las empresas adquieren una personalidad grupal que les es propia y que las diferencia.   Hay una serie de ingredientes consustanciales a todo colectivo como son la existencia de un líder, el sentimiento generalizado de pertenencia, el advertir cada miembro del colectivo como una ventaja su pertenencia al mismo, la convicción de que el beneficio del colectivo es a la vez el propio beneficio, etc.

Una Caja de Ahorros con 160 años de historia no es una empresa al uso. La unión de los dos colectivos El Monte y Caja San Fernando no ha generado otro nuevo en el que las sinergias se produzcan de forma espontánea.     Esto puede deberse principalmente a las fuertes diferencias en cuanto a cultura corporativa y estilos de mando y de relaciones.

A la presente, 8 meses después de la fusión, la actitud de una mayoría de empledos es "verlas venir".  Desarraigo, falta de identificación y desmotivación son las notas dominantes.

Por fortuna para la nueva caja las condiciones laborales: remuneraciones, horario y estabilidad del empleo contribuyen a acallar lo que, de otro modo, serían sonadas quejas.  

La criticable injerencia de la clase política y sus intereses en la dinámica empresarial ocasiona trastornos difíciles de paliar por los ejecutivos. Hay intervencionismos que, aparte de trastocar las reglas de la libre competencia, producen tales dinámicas cainistas que sus efectos negativos tardan años en ser superados.

El afán unificador de los políticos andaluces  tantos años ya al mando es una obsesión contra natura sin precedentes en el panorama financiero español. Sólo la existencia de conveniencias y ocultas alianzas puede explicar tal obsesión.

Las cajas de ahorros, como entidades sin propietario que son, devienen en una exquisita tarta que todos se empeñan en engullir.  Sin duda debe ser mucho más fácil "manejar" a una sola entidad que a un grupo de entidades soberanas e independientes.  El poder político se perpetúa tanto más fácilmente cuanto más acceso tiene a los recursos económicos ya que con ellos se pueden comprar voluntades, financiar proyectos de alta productivad en votos, publicitarse permanentemente,  financiar campañas electorales, etc.

Parece que esto de que las cajas se fusionen es una fijación de todo el aparato financiero-político del PSOE a tenor de las recientes declaraciones del gobernador del Banco de España, D. Miguel Angel Fernández Ordóñez.   De forma clara, en Andalucía aflora con inusitada y persistente insistencia esa pretensión que ignora las ventajas de la competencia y de la localización y se olvida de que lo que tendría que estimularse es la expansión de las cajas andaluzas a nuevos territorios y su especializada y comedida dedicación a financiar proyectos de alta rentabilidad social y de ampliación y modernización  del tejido productivo.    

No tiene sentido, explicación ni fundamento el pregonar la conveniencia de las fusiones de las cajas de ahorro andaluzas "per se", sin plantearlo como medio o instrumento para alcanzar logros y progresos que no puedan conseguirse con las cajas de ahorros separadas.  La fusión, las fusiones, en sí mismas no pueden ser una meta "porque sí", en sí misma,  justificada con algún que otro argumento ambiguo e incomprensible para el ciudadano medio.   Bien deberían nuestros políticos explicar a sus gobernados las razones, las ventajas y las facilidades que proveería la concentración financiera que implica la fusión en una sola de todas las cajas de ahorros de Andalucía, si es que existen tales razones y ventajas.   Ello, no solamente crearía adhesión y apoyo de la opinión pública sino que posibilitaría la crítica y la petición de cuentas caso de que las razones y ventajas no se produjeran o fueran de menor alcance que los inconvenientes.