España: una lenta descomposición

Estoy oyendo repetidamente en los informativos de los medios públicos en estos dos dias ultimos que, segun los sondeos de la generalitat, seria mayor el porcentaje de catalanes que votarian contra la independencia que el del que lo harian a favor.   No puedo eludir la sospecha por tal noticia y su difusión insistente.  Para mí que catalanistas, Podemos y PSOE están 'abonando' el terreno para que arraigue la convocatoria del cacareado referendum de autodeterminacion.  Una inconsciencia porque ¿y si el resultado es un empate, y si es el 51% a favor?, todavía mas bullicio en el gallinero que alboroto ya hay. Pero lo peor no sería eso, lo peor está en la base de las exigencias y de los  argumentos de los independentistas. Para que Cataluña sea una nacion o un estado independiente hay tantos o menos fundamentos politcos e historicos como para que lo sea Aragón o el Pais Vasco. Nunca jamás lo fueron. No son territorios conquistados ni anexionados por la fuerza por el extinto imperio español. Es más, ni contribuyeron ni participaron de pleno en la formacion de dicho imperio.  Fueron sobre todo castellanos, extremeños y andaluces quienes lo conformaron. Lo que pasa es que a ningún pueblo le puedes preguntar si "se quieren" si se ven mejores que los demás, si quieren ser más ellos mismos. La respuesta es indefectiblemente sí.  Los pueblos, la masa, hace suya con irracionalidad cualquier proclama que les ensalza, que les hace sentir distintos y superiores y tanto catalanes como vascos han asentado en sus mentes la reclamación, la protesta, el supremacismo y el menosprecio a otros.  Va a ser extremadamente difícil alterar ese subconsciente colectivo, tanto como lo fué subvertir y aplacar al del nazismo y aún todavía resurge y jalea cuando y donde menos se espera.