No puede ser casual que en bastantes de los paises árabes importantes se hayan producido revueltas sociales de un año para acá. De la misma manera que el "imperio", o sea, los EEUU de América, promovieron, apoyaron y mantuvieron regímenes dictatoriales afines en tantos paises, ahora, bajo el mandato de Obama, parecen haber determinado que les conviene tornar esos paises a regímenes democráticos. Revueltas populares así no suelen surgir por sí solas y mucho menos tener tan rápido éxito como tuvo por ejemplo en Egipto. Intuyo que los cerebritos del imperio hayan pronosticado que una forma de debilitar y reducir los apoyos al terrorismo islamista, sobre todo el de Al Qaeda, es democratizar los paises en los que tales apoyos surgen. Amamantados por EEUU, esos dictadores, uno de ellos fue Sadam Huseim, tienen que retirarse cuando, aparte las revueltas de sus gobernados, su padrino americano les hace ver claramente que les retiran el apoyo. Gadafi se les puso respondón y bien poco que tardaron en servirse de la OTAN y de Europa para empujarlo hasta retirarlo de escena. En esa ocasión, bien listos, decidieron no ser ellos en primera persona los que lo echaran al lado. Bastante que tuvieron con IRAK y siguen teniendo. Recuérdese que fueron estamentos norteamericanos de EEUU los que derribaron a Allende y colocaron a Pinochet. El mundo es, bajo este prisma, un tablero de juego de mesa donde los peones o fichas somos todos nosotros, incluidos los gobernantes y dirigentes de los demás paises. ¿Qué pasa con Siria?, ¿es que no tienen derecho sus habitantes al apoyo de fuerzas internacionales, como tuvieron los libios?, ¿o es que Siria, por su menor tamaño y valor estratégico y económico, es jugada de victoria poco ventajosa?.
En política y en macroeconomía casi nada es casual, me atrevo a decir que nada.
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