viernes, 30 de diciembre de 2022
Sólo Sí es Sí, un órdago de la ignominia
Un desatino esta ley. Ya en su propia denominacion denota un sesgo y un apriorismo insostenibles. La denominacion da por sentado que en el intercambio sexual la iniciativa y la preponderancia la tiene el hombre. A la mujer la rebaja al papel de aceptante o denegante, sujeto pasivo. Según ello, postula y sienta que al hombre toca llevar la iniciativa, proponer y a la mujer responder sí o no. Esto denigra a la mujer relegandola a un segundo plano en el que, en la realidad, no se mueve. Esta ley, desde su misma denominacion, desprecia y minusvalora a la mujer. Interfiere en las relaciones mas intimas rebajandolas a una suerte de relacion contractual en la que las partes, más señaladamente la mujer, tienen que dejar expresa constancia de su consentimiento. Lo tácito pierde valor.
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