INTERVENCIONISMO O LIBERALISMO

La crisis que todos los paises del mundo rico están sufriendo debería llevarnos inevitablemente a una revisión o al menos una reflexión profunda sobre los sistemas de gobierno existentes en esos paises y por extensión en todos sin excepción.

El liberalismo económico, la preeminencia de las leyes del mercado, el laisezz faire, principios inherentes al capitalismo hacen aguas de forma evidente y puede que irreversible.  

Debería resultar obvio que un sistema en el que el esfuerzo y el dinero de todos, esto es "lo público", debe entregarse al sector privado para evitar un colapso de la economía es un sistema a revisar.  

Las experiencias de economías intervenidas, de sistemas que niegan la propiedad privada, extinta Unión Soviética por ejemplo, han sido fallidas.  La condición humana administra el esfuerzo, la inventiva y hasta la creatividad en función de la recompensa esperable.  No tiene por qué sorprender a nadie este axioma porque se da en todos los seres vivos, tanto más cuanto más inteligentes o transformadores de su medio son.     

Ahora bien, el que esos intervencionismos hayan fracasado en la extensión del bienestar entre todos sus ciudadanos no tiene, seguramente, por qué invalidarlos por completo.

De hecho, esta crisis está haciendo que afloren brotes intervencionistas que no son más que manifestaciones de una nueva conciencia de que no se debe dejar que cada cual haga con su dinero, su empresa o sus finanzas lo que le venga en gana.  

Tradicionalmente, se ha tratado de moderar el libertinaje en economía mediante los impuestos.  Los que se adhieren a este postulado hablan ahora de gravar las rentas más altas llegando a propuestas como, por ejemplo, recaudar el 70% a quienes ganen más de 500.000 euros al año. 

Brotes intervencionistas recientes encontramos en el control y/o limitación de los ingresos de los directivos de la banca, las proclamas a favor de bancos públicos fuertes y muchas otras.

¿Qué es lo que puede estar pasando?.   Que las sociedades se estén dando cuenta de que el CAPITALISMO YA NO VALE.   Ha tenido su época, como la tuvo por ejemplo LA ESCLAVITUD como articulador social productivo.