En esta entrada, más que divagar, me da por predecir o adivinar. Bien es verdad que predecir es otra forma de divagar por cuanto el Real Diccionario de la Lengua Española define divagar como "Hablar o escribir sin concierto ni propósito fijo y determinado". Ni he concertado nada con nadie ni tengo propósito alguno al hacer este pronóstico.
El caso "Faisán", la legalización in extremis de Bildu y su consiguiente incrustación en la maquinaria social, política, financiera y mediática, no solo del Pais Vasco sino de toda España y Europa, así como otros hechos acontecidos en las dos ultima legislaturas me llevan a "olisquear" que algo "gordo" se está preparando. Me refiero a algún anuncio importante por parte del separatismo vasco. No sé si será el anuncio del final definitivo de ETA pero si no, casi.
Lo último que desean algunos sectores de este estado, España, es que la derecha, el PP, vuelva a ostentar el poder central. Una forma de evitarlo es dando a la "izquierda" (siempre entrecomillado) una gran victoria en algún ámbito. Como es ya patente que ni en lo económico ni en lo social, ni en lo internacional, va a poder ser, habrá de ser en lo político y el tema de debilitar al terrorismo "vende". Tanto "vende", que el atentado en vísperas de elecciones generales del 11 de Marzo de 2004 alteró el voto de millones de ciudadanos y llevó a las urnas a otros tantos que se iban a abstener. Ni la más remota idea tengo yo, un insignificante ciudadano de a pie, de quién o quienes idearon y organizaron aquellos atentados. Fíjese que no lo pudo averiguar ni el juez Bermudez. Lo que sí observo es que con sólo atender a la fecha en que los cometieron, su finalidad fue claramente política: quitar a un partido del poder y poner a otro contra todo pronóstico.
Ahora es cuestión de esperar.
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